Lección 1

Introducción a la Manifestación Somática

QUÉ ES LA MANIFESTACIÓN SOMÁTICA

La Manifestación Somática es el acto intencional de transformar, liberar o integrar emociones y reacciones del cuerpo con la finalidad de manifestar o dejar de manifestar en algo específico.

Este método se sostiene sobre la idea de que somos un conjunto de información que emite constantemente (al Universo, quizás) aquello que está siendo en cada momento, y que para manifestar nuevas experiencias es necesario encarnar una nueva versión de nosotros mismos, una que esté libre de nuestras limitaciones actuales.

Si la Ley de Asunción de Neville Goddard te es familiar, tal vez conoces el concepto de “estados”. Los estados son las situaciones en las que una persona asume estar, son un “conjunto de realidades o circunstancias que se producen en un momento determinado y que determinan la existencia de las personas o de las cosas”.

Neville explicaba que tu realidad siempre responde a tu estado dominante. Es decir, entre más asumes algo, más confirmación recibirás del exterior de que esto es verdad.

Mi intención con la Manifestación Somática es ayudarte a crear nuevos y mejores estados; pero no a partir de la fuerza y el control, como suele recomendarse en el mundo de la manifestación (controlando pensamientos o intencionalmente elevando nuestra vibración), sino como un resultado de haber procesado y sanado heridas y emociones del pasado.

Lo que descubrirás durante este curso es que un estado “positivo” es una consecuencia de sanar: el bienestar es un estado natural.

 

CUÁNTO TIEMPO TOMA MANIFESTAR

La meta de cualquier método de manifestación es ayudarte a habitar un nuevo estado tanto tiempo como sea necesario hasta que tu realidad exterior se ajuste a tu nueva realidad interior y la manifestación de tu deseo ocurra. En otras palabras, el método que elijas tiene que ayudarte a que tu nuevo estado sea tu estado dominante.

Cuando interrumpimos el proceso de manifestación brincando de un estado a otro -debido a nuestra indecisión, inseguridad, prisa o duda-, accidentalmente impedimos que la materialización de nuestro deseo ocurra. Hay que aprender a permanecer el mayor tiempo posible en el nuevo estado para que este se cristalice.

Habitar el nuevo estado hasta que el deseo se materialice suena más o menos fácil. La dificultad viene a la hora de la práctica. No estamos diseñados para habitar cómodamente un estado que no se siente propio. No estamos diseñados para de repente ser “alguien más”. No estamos diseñados para aceptar lo desconocido. Y aquí es en donde entra la Manifestación Somática: mediante el trabajo físico y mental podemos definir nuestro estado ideal y habitarlo auténticamente por periodos prolongados, permitiendo así la cristalización del deseo.

Mira los siguientes videos para comprender cómo haremos este trabajo de manifestación.

CUÁNDO USAR LA MANIFESTACIÓN SOMÁTICA

De vez en cuando recibo mensajitos de personas diciéndome que no han podido manifestar sus deseos. Aunque no me lo dicen, yo sé que la razón es siempre la misma: no están siguiendo las pistas que reciben del Universo. No están haciendo caso a sus llamados intuitivos y no están tomando acción (o pausas) inspiradas.

El concepto de acción suele ser problemático en el mundo de la manifestación; hay mucha resistencia con respecto al tema.

Algunas personas defienden la postura de que No tienes que actuar para manifestar. Y sí, es verdad que algunas cosas suceden mágicamente, pero no podemos negar que vivimos en un plano de causa-efecto y que si no hacemos NADA al respecto de nuestra manifestación, nuestra ausencia de resultados puede ser predecible.

El hacer de más también puede ser un problema. La acción excesiva puede volverse caótica y contraproducente porque viene del lugar incorrecto, de la carencia. Una persona que no es capaz de pausar está trabada en el miedo, y no está utilizando su energía de la mejor manera. Inclusive, sin quererlo, podría estar estropeando su manifestación.

Mi propuesta para solucionar esto es aprender a distinguir de dónde viene nuestra actividad.

Con el contenido de este curso, te será muy fácil identificar si tu acción -o falta de- es una consecuencia de tus miedos inconscientes o de la intuición. Ese es el objetivo de la Manifestación Somática, ayudarte a conocerte mejor para saber cuál es el mejor siguiente paso a tomar para concretar tu manifestación.

 

EL SISTEMA NERVIOSO & LA MANIFESTACIÓN CONSCIENTE

Existen cuatro respuestas de supervivencia que nos interesan en este curso: repliegue, congelación, lucha y huída. Conocer esta información te permitirá distinguir si tu acción inspirada es auténtica o si tiene su origen en algún temor inconsciente.

Aunque este tema lo abordaremos más adelante, algo que poca gente sabe (pero que la Manifestación Somática considera) es que así como hay personas que no pueden parar de accionar, hay otras que no pueden salir del parálisis. Unas no pueden relajarse y otras no se pueden activar.

Ambos estados (los movilizados y los inmovilizados) no pueden corregirse con la mente porque las respuestas de supervivencia son reacciones, no pensamientos.

Una reacción es una respuesta automática e involuntaria de tu cuerpo. Espantarte cuando alguien te asusta, es una reacción. Relajarte en camita después de un día pesado, es una reacción. Sonreír al ver a un ser querido, es una reacción. Tu mente no está a cargo de tus reacciones, sino tu cuerpo (en específico, tu sistema nervioso autónomo).

Con mi método aprenderás a trabajar directamente con tu sistema nervioso autónomo, para que tus acciones dejen de ser reacciones y puedan nacer de tu sabiduría interior.

SU ORIGEN

La Manifestación Somática se basa en la investigación de diferentes maestros y en mi experiencia personal.

Para introducirte a este método, comenzaré mencionando el trabajo de Stephen Porges, La teoría polivagal y el de Deb Dana, La escalera polivagal. (Las ligas a sus websites están en la página de Recursos Adicionales).

En su obra, ellos explican que las señales del cuerpo no viajan únicamente del cerebro hacia abajo, sino que el resto del organismo también envía señales al cerebro. (De hecho, ahora se sabe que hay más información que viaja del cuerpo al cerebro, que al revés).

Esta transmisión de información sucede mediante un nervio, el nervio vago, que es el más largo del cuerpo y recorre el cerebro, garganta, pulmones, corazón, esófago, hígado, páncreas, riñones, vísceras, útero y vagina, sin mencionar sus otras ramificaciones.

Gracias a que el nervio vago, además de otras funciones, transmite información del cerebro al cuerpo y del cuerpo al cerebro y está conectado con todos los órganos, nosotros somos capaces de reaccionar ante un pensamiento, o al revés: percibir un estímulo sensorial para luego interpretarlo racionalmente.

 

Para explicarme mejor, te voy a poner dos ejemplos. Imagina que estás viendo el celular en tu cama antes de dormir y de momento alguien abre la puerta de tu cuarto. Brincas del susto, para luego darte cuenta de que era tu pareja que acaba de llegar. No hizo ruido cuando entró a la casa y como no lo percibiste no sabías que estaba allí. En este escenario, primero reaccionaste ante un estímulo sensorial de posible peligro (alguien abriendo la puerta) y después interpretaste que era tu ser querido y te relajaste.

El cuerpo no espera a entender el origen de un estímulo sensorial para reaccionar, el cuerpo reacciona y después interpreta.

El ejemplo contrario sería el de un estímulo mental que detona una reacción del cuerpo. Observa qué reacciones percibes en tu cuerpo cuando piensas en un ser querido y luego observa qué pasa cuando piensas en algo negativo o que no te gusta. Si piensas en cosas negativas, en diferentes partes de tu cuerpo vas a sentir contracción. En cambio, si piensas en un ser querido o en tu mascota, en diferentes partes de tu cuerpo vas a sentir dulzura y expansión. El cuerpo se abre cuando se siente a salvo y se cierra cuando se siente amenazado.

El trabajo de Stephen Porges y de Deb Dana nos ayudará a clasificar y comprender las reacciones de nuestro cuerpo, y nos dará las pistas para aprender a modificarlas voluntariamente. Esto, combinado con la parte de la manifestación consciente, nos permitirá manifestar circunstancias nuevas o metas grandes.

MANIFESTANDO LO DIFERENTE (DESCONOCIDO)

Tal vez ya me lo has escuchado decir: uno no manifiesta lo que quiere, sino lo que le es familiar.

Si algo no se siente seguro para ti, no importa cuánto lo desees, ningún esfuerzo intelectual puede convencer a tu cuerpo de avanzar hacia lograrlo. Por eso, para manifestar cosas nuevas es necesario asociar lo desconocido con la sensación seguridad para que tu organismo te ayude a avanzar hacia allá. Lo opuesto pasa cuando quieres dejar de manifestar algo: hay que desconectar la sensación de familiaridad (seguridad) con eso que ya no quieres manifestar.

En otras palabras, para manifestar grandes cosas hay que hacer familiar lo desconocido y hacer desconocido lo familiar.

Si tienes dudas, escríbeme aquí.