Lección 2

El sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso autónomo (SNA) se encarga de nuestra supervivencia. Para lograr esto, nos “activa” o “desactiva” según la situación en la que estamos.

Si acabamos de comer una graaaan comida, nuestro sistema nervioso nos inducirá a un estado relajado -de conservación de energía– porque esto nos permitirá digerir mejor. Lo mismo pasa cuando ya es hora de dormir o cuando respiramos de manera lenta y profunda. Pero hay otras circunstancias en las que nos podemos sentir energizados, por ejemplo, durante una discusión o durante la actividad física. 

Gracias a nuestro sistema nervioso autónomo nos podemos activar y desactivar sin tener que decidirlo.

La línea verde de la siguiente imagen muestra cómo se vería la activación y desactivación en un día normal, en un persona saludable, a lo largo del día. Lo natural es activarnos y desactivarnos cientos de veces durante el día. 

 

Fuente: Nina Goradia PT RYT SEP, thesomaticpt.com

El SNA tiene tres divisiones; en este curso abordaré dos: la parasimpática y la simpática. En el siguiente video te explico por qué esto nos importa para manifestar.

REACCIONES DE SUPERVIVENCIA

Hay dos tipos de reacciones de supervivencia que suceden involuntariamente cuando el cuerpo percibe peligro: las movilizadas y las inmovilizadas.

Las reacciones movilizadas son huída (intentar escapar) y lucha (pelear si no se puede escapar), y las inmovilizadas son congelación (muerto de miedo) y repliegue (colapso en la impotencia).

Como viste en el video anterior, a veces, debido a nuestro entorno, condicionamientos y experiencias del pasado, nuestro cuerpo no es capaz de oscilar entre la activación y la relajación de una manera normal y saludable (como en la línea verde), sino que se atora en una de las respuestas de supervivencia.

Esto influye en la manifestación por diferentes razones. Primero que nada es casi imposible pensar positivamente cuando el cuerpo está atorado en el modo lucha, por ejemplo. Cuando estamos en este modo, literalmente estamos listos para pelear: nos sentimos intolerantes, irritables, todo nos molesta y cualquier detallito nos enciende. ¿Qué podríamos manifestar desde este estado? Solo hay una respuesta: más de eso: más experiencias que nos hacen enojar y más razones para pelearnos con el mundo. 

Por otro lado, la reacción de supervivencia en la que nos atoramos habla de nuestras experiencias pasadas y de las heridas que aún tenemos que sanar. Si estoy enojada, ¿por qué estoy enojada? ¿Cómo aprendí que debo manejar mi enojo? ¿Qué dice este enojo sobre mí? ¿Qué dice este enojo sobre mi pasado? Una persona que está atorada en modo lucha, ha tenido que defenderse por mucho tiempo. Ha tenido que hacerse dura. Pero esa dureza termina siendo una coraza que impide que las cosas bonitas puedan ser recibidas. En este caso, puede que luchar nos haya servido para sobrevivir el pasado, pero eso no significa que vaya a servirnos para manifestar un futuro diferente.

Por último, las reacciones de supervivencia influyen en nuestra forma de percibir el mundo. No importa todo lo bonito que manifestemos en la vida cotidiana, si nuestra forma de ver la vida está teñida de amargura y violencia, esta será nuestra experiencia.

El trabajo de la manifestación somática se trata de modificar tu predisposición mental y biológica (hacia dónde te vas naturalmente), re-programando intencionalmente tu organismo para percibir, reaccionar y responder diferente a los estímulos que te causan inseguridad.

Si tienes dudas, escríbeme aquí.

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